Valpina

Monday, February 05, 2007






Escaleras mil


Las porteñas siempre nos jactamos de que tenemos buenas piernas ¿o no, señora? Claro, si con los escalones que subimos y bajamos todos los días… Ese es otro detalle del que nos podemos enorgullecer las habitantes de Valparaíso, el no necesitar agotadoras sesiones de step para sacar suspiros con una coqueta mini.
En este Puerto debe haber cientos de escalas. Y debe ser difícil conocerlas y recorrerlas todas. Pero si uno vive en el cerro, seguro tiene una predilecta que al menos baja todos los días. En ese momento se agradece que arreglen los ascensores para evitar subirlas.
Ahora que vivo en el cerro Alegre por donde más paso es por el pasaje Bavestrello, que es bien corto la verdad. Pero puchas que es resbaloso. Tengo un amigo, que en una noche de juerga no sabe cómo llegó tan rápido a la parte baja. Después le tuvieron que contar que rodó. Dicha historia ha variado tanto, que hasta dicen que voló, pero que se paró como un héroe al final. Quien sabe si será verdad, pero chistoso sí que es.
Mi preferida es la escala Buffon, que une Baquedano con la calle Monjas, en el cerro del mismo nombre. Esa sí que la tenía que subir y bajar, especialmente en mi época de estudiante, cuando la plata de la micro me la gastaba en otra cosa. Y a veces simplemente no tenía para pagar el pasaje, así que a caminar no más. Lo peor era cuando tenía que ir a buscar a mi hermana al colegio. A ella le cargaba andar a pie y me veía obligada a inventar los más ridículos juegos para convencerla. Subíamos cuatro escalones, nos devolvíamos uno, entonando una canción que inventamos. Era interminable.
En las escalas porteñas en realidad pasa de todo. Los cabros arman carretes, asaltan, algunos sacan a relucir todas sus morbosidades, los rincones los transforman en urinarios y los vecinos en las noches salen a disfrutar del fresco.
Lo más simpático de andar por las escalas es toparse con las señoras que bajan con condoritas corriendo y cuando llegan al plan se ponen los tacos pirulos. ¿Las han visto?
Escalas peligrosas hay varias. En el mismo cerro Monjas está el pasaje La Paz, entre la calle 18 y Baquedano. Ahí una vez me amenazaron con un cuchillo, me salvé de que no me “pegaran un corte” sólo porque un perro se puso a ladrar. En otra ocasión un degenerado intentó darme un “agarrón”. Por suerte reaccioné y le di un empujón que le impidió tocarme.
Nunca he andando por ahí, pero cuentan que una clásica entre las “pelúas” es la famosa Calahuala en el cerro Barón. Hubo un wanderino que en una ocasión se las quiso dar de choro. Iba con su esposa bajando a altas horas de la madrugada, pasado de copas, y se puso a gritar “que salgan los de la Calahuala, acaso no son malos, vengan po”, decía. Sus palabras fueron escuchadas y uno a uno empezaron a aparecer esos malulos que llamaba. Obligado a correr con su mujer. Ella lo retó hasta el día de su muerte, mientras él se vanagloriaba ante sus nietos por la hazaña.

2 Comments:

  • valpina
    mira soy un investigador (bilbiotecologo) y necesito saber la siguiente informacion: porque la plaza de la Merced cambia su nombre el 12 de febrero de 1966 a plaza Hoiggins.
    si sabes la respuesta por favor mandala a este correo bibliotecologico@hotmail.com
    de antemano muchas gracias

    mauricio acuña

    By Anonymous Anonymous, at 6:44 AM  

  • Mauricio, lamentablemente no he dado con el dato que me pediste. Anduve buscando en unos archivos y nada, pero seguiré intentando. Te aviso.

    By Blogger Valpina, at 8:19 AM  

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