Valpina

Friday, July 28, 2006



Volantín cortado




¡Se fue!, se oye en el cerro. Son los niños que anuncian que un volantín ha caido cielo abajo. Se siente a lo lejos el ruido de unos pies torpes, fuertes, corriendo por la escala. Se suben rápidamente al techo del vecino y antes de que el perro ladre, amenazante, alguien salta riendo porque tiene en sus manos un trofeo de papel y madera. Ahora podrá alzar triunfante la joyita de su enemigo. Ese jote color verde, con tres estrellas y la insignia del Wanderers al centro, que compró donde el Mackay, ese viejo que todos los años nos sorprende con sus diseños. Va hacia el muro, pero antes conseguirá un trozo del prohibido hilo curado -no teme a los accidentes que tanto repiten en televisión- y lo encumbrará hasta lo más alto, desafiando al antiguo dueño del cometa a que venga a recuperarlo.
Sabe que vendrá por él y que conseguirá un jote aún más fuerte, con maderos de coligüe, ¡o de palos de maqueta!. Tendrá que reforzar entonces el papel en las puntas, tal vez le ponga una cola para que corte el aire sin problemas.

***

Desde el muro se ve el mar de un azul intenso, ese color que toma cuando hace mucho viento en Valparaíso. Ya es hora de bajar el volantín, puede que se rompa y no hay monedas para comprar otro. Empieza a quitarle hilo, el carrete se mueve para todos lados. El papel suena fuerte. Sus manos están rojas por el frío. Olvidó ponerse un jersey, y eso que mamá se lo dijo. La maniobra se complica, una corriente de aire, más bien una ráfaga, mueve el jote del Wanderers para todos lados. Si no lo recoge con cuidado, el trofeo se hace añicos.
Respira hondo. Ya está oscureciendo. Le suenan las tripas, quiere irse luego a ver la comedia y a comer batido con palta. Una micro que pasa demasiado rápido rozándole la espalda, lo desconcentra. Desde la terraza una vieja lo mira. El sigue en su intento de salvar su jote, su volantín rescatado del enemigo. Así son las reglas.
¡¡¡Juanitooooooooooooo!!! Se escucha a lo lejos.
Tiene que apurarse, los coscachos duelen. Con decisión, toma el carrete y empieza a recuperar el hilo. El volantín está más cerca. El viento lo tira hacia la derecha, allá cerca del ascensor. Casi se enreda en los cables del puente. No pasó nada, sigue recogiendo. Se hace un rasguño en los dedos. No importa, ya está más cerca. Una paloma pasa por su lado, pero no toca el papel. Bien. La tarea está casi hecha.
Pero algo extraño lo inquieta. El hilo ya no está tenso, se siente liviano. ¿Qué pasó? se pregunta alarmado. Por más que recoge y recoge no logra dominar el volantín. Se le hace un nudo en la garganta de tanta rabia. ¡Cómo le fue a pasar a él!. Sus ojos no pueden creerlo, otro volantín surca los aires. Y el verde cae. ¡Se fue, se fue! anuncian por ahí.

1 Comments:

  • hola Valpina no se si este blog estara aun en el espacio, pero dejame felicitarte, tus articulos son buenisimos en especial ese referido a wanderers, no creo haber escuchado a ningun otro hincha definir tambien ese sentimiento de penas y amor, bueno ojala sigas con esto,
    chau

    Gonzalo.

    By Anonymous Anonymous, at 10:43 AM  

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